Odio en tierras ajenas
Las tragedias son hechos que causan dolor, pero también brindan la oportunidad para reflexionar acerca de las problemáticas sociales que nos aquejan como ciudadanos de los distintos países. El hombre se vuelve más enemigo de sí mismo, porque a diferencia de las bestias que matan para saciar la básica necesidad de comer, el hombre mata por odio, por prejuicios y por locura. A los 26 años del ataque terrorista a la Embajada de Israel en Argentina, es necesario pensar en hasta que punto puede llegar el odio del hombre hacia su propia especie, hasta que punto ese odio puede materializarse en extremismo, en fanatismo y finalmente en violencia. Cuando archivamos esos hechos, se olvidan y se repiten. ¿Cuantos genocidios más tendremos ver en nuestras historias? ¿Cuantos Holocaustos o cuántos atentados tenemos que ver? El odio no puede ser nunca nuestro modus vivendi, más bien la tolerancia u la libertad deben ser el principio y la premisa de nuestras sociedades.
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