Venezuela le abre la puerta al Islam.

El Islam parece querer entrar con gran fuerza a America Latina y Venezuela es el primer país en abrirle las puertas. Un equipo de musulmanes distribuye en varias ciudades del país hermano folletos y libros gratuitamente en lo que sería una serie de actividades proselitistas. Les dan charlas a las personas acerca de  la “piedad del Islam” según reseña la iraní Ahlul Bayt News Agency (ABNA), en inglés.

Por medio de actividades diarias y constantes el centro de Tawasul Venezuela está difundiendo los principios del Islam a través de libros y folletos, en respuesta a consultas y preguntas del público en varias partes de Venezuela, reseña la ABNA en su nota. Esta es una actividad financiada por la República Islámica de Irán.

Este grupo ha respondido a las consultas y preguntas de la audiencia de diversos sectores de la vida en Venezuela. Las fuentes dicen que el pueblo venezolano estaba muy interesado e hicieron muchas preguntas. 

El Presidente venezolano Nicolás Maduro designó como nuevo vicepresidente a Tareck El Aissami en el enero. Según el director de Relaciones Internacionales del Centro Simon Wiesenthal, Shimon Samuels, “el vicepresidente Tareck El Aissami, aunque presentado como druso, está estrechamente identificado con el Irán chiita, además de ser vocero de la organización terrorista Hezbollah y la familia del presidente sirio, Bashar al Assad, de quien, al parecer, fue anfitrión en Caracas”. 

El centro denunció que El Aissami es uno de los intermediarios entre Irán y la Argentina para llevar a cabo el plan para camuflar la complicidad de Teherán en el atentado de 1994 contra la Mutual Israelita AMIA en Buenos Aires, que mató a 85 personas.

“Su reciente designación asegura a Irán la posibilidad de continuar accediendo a la violencia terrorista en toda América Latina”, acusó el Centro en un comunicado.

El verdadero peligro no solo se encuentra en el proselitismo que hacen los islamistas que viven en Venezuela, el peligro se encuentra en que el pueblo venezolano es vulnerable, y además hay que tomar en cuenta que el grupo terrorista Hezbolá sigue teniendo nexos con las FARC y por consiguiente son un peligro para el pueblo colombiano. 

En los últimos tiempos las principales ciudades de Colombia han recibido una gran cantidad de ciudadanos venezolanos, la delincuencia se ha incrementado. La izquierda colombiana está apunto de subir al poder y si esto ocurre, corremos el riesgo de que grupos islamistas puedan entrar a Colombia. Nadie ha considerado esta posibilidad, pero es un riesgo que está corriendo el pueblo colombiano.