El verdadero rostro
En los últimos días unos enérgicos comentarios propios del carácter decidido del presidente Estadounidense Donald Trump causó gran polémica en los medios internacionales, cuando les abrió la posibilidad a las congresistas Alejandría Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Rashida Tlaib y Ayanna Pressley, las cuatro, de origen extranjero de volver a sus países de origen. Resulta fácil emitir juicios cuando tan solo se ha escuchado el sonar de una sola campana, y ese es el grave problema de los medios occidentales y por supuesto, no hay que olvidar de la pereza mental de muchos que prefieren señalar y condenar por la bendita flojera de no buscar en otras fuentes.
Si bien es cierto que las medidas migratorias del presidente estadounidense no son precisamente las más ortodoxas, también es cierto que los migrantes no han sido lo suficientemente agradecidos con el suelo que les da el pan de cada día, ya que lejos de defender los valores occidentales que son los mismos valores estadounidenses, los atacan. Tal es el caso de Ilhan Omar, quien además de proferir comentarios antisemitas tiene visiones completamente anti-occidentales ya que ha buscado que se imponga La Ley Sharia en Estados Unidos. Por otro lado Alexandria Ocasio-Cortez, congresista demócrata de origen puertorriqueño ha usado comentarios ofensivos contra los judíos al momento de atacar las medidas migratorias de Donald Trump, como calificar la frontera México-Americana como campos de concentración banalizando aquellos donde perecieron tantos judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
En el caso de Rashida Tlaib, congresista de origen Palestina por Michigan, quien ha promovido dentro del partido demócrata el
-1- movimiento BDS, el cual es financiado por terrorismo palestino que busca desestabilizar la economía israelí. Tlaib también ha amenazado con volverse mártir y explotarse junto al Capitolio en Washington. Los comentarios que los medios calificaron como racistas, no fueron más que comentarios de rechazo a las imposiciones anti estadounidenses y anti occidentales, que ponen en riesgo la seguridad nacional de un país que ha promovido el pluralismo y el respeto a las minorías. Señalar los comentarios más que justificados de Donald Trump es defender visiones que atentan contra las libertades occidentales de las cuales gozamos.
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