El Suicidio de Occidente

Podríamos comenzar hablando de un cuadro dolorosamente lúcido sobre el suicidio asistido cultural y biológico de Europa, debido a la inmigración masiva en curso desde Medio Oriente y el Norte de África. Podríamos hablar de una Europa resignada a su desaparición, ocasionada por una gran sustitución migratoria o por ese suicidio demográfico donde se ha sumergido una dictadura moral de lo "políticamente correcto", en donde pone al alemán, francés, español, belga, sueco, neerlandés y el italiano, solo por mencionar al algunos, en una situación en la que tienen que asumir que están comenzando a ser minoría en sus propios países. 

Y es que Europa ha perdido la fe en sus creencias, en sus tradiciones y en su misma legitimidad, desde el momento en que compraron la idea del multiculturalismo como la solución a muchas problemáticas occidentales, como la intolerancia, la carencia de libertades en los regimenes de mayoría totalitaria. Si bien es cierto que el multiculturalismo puede ser bien visto en aras de la solución a estos problemas sociales, también es cierto que pueden afectar en un momento dado la identidad del mundo occidental, perdiendo esa brújula completamente la dirección, y el corazón de esta pérdida de dirección está la imposición de un culto de culpabilidad por pecados reales e incluso imaginarios, de generaciones pasadas. El multiculturalismo no ha sido otra cosa que el camino trazado para el colapso del Estado de Derecho en donde los derechos individuales pasan a un segundo plano.

Esta situación es considerada ya una crisis civilizacional y el destino de Europa se vuelve doblemente precario debido a la entrada masiva de inmigrantes totalmente ajenos e históricamente enemigos de Europa, que ha sido designada, no como el hogar de los europeos, sino como un hogar para todos los que desean reclamarlo, y que no están dispuestos a asimilarse sino que sean esas "nuevas minorías nacionales", las que se asimilen al modelo anti democrático del Islam. Esta situación ya se ve en las llamadas Zonas NO GO, como en la localidad de Molenbeek (Bruselas, Bélgica), donde ya no es posible encontrar un bar o una iglesia abierta porque la Ley Sharia ya rige en esa zona.

Estas mismas Zonas (NO GO) es donde las mezquitas se multiplican, y no porque se necesiten lugares de culto, sino porque ellas mismas representan lugares de poder religoso y político que les otorga a los musulmanes un estatus especial no solo ante los demás migrantes sino ante los nacionales. Y es que estamos ante una ideología de carácter expansionista que busca imponer como en tiempos de Mahoma, su religión a filo de espada. La inmigración o Hiyra, de acuerdo al Islám reviste de un carácter distinto ya que esta al servicio del Imperialismo musulman en donde somete al occidental usando sus propios argumentos (anti-racista - democrático) para esta dominación, colocando a la civilización libre la orilla de un abismo de donde dificilmente podrá salir.