La íntima relación: Venezuela - Irán - Hizbollah
La presencia de Irán y la influencia de Hezbollah en Venezuela Pretenden a toda costa DESESTABILIZAR América latina con la ayuda de algunos partidos políticos en América que son amigos de Irán. Irán ha profundizado su cobertura y amplió su apoyo estatal al terrorismo en América Latina.”
Hezbollah tiene células activas y que con su accionar, los iraníes, están afectando a los pueblos de Venezuela y de toda América del Sur. Lo cierto es que hay muy poco conocimiento público sobre las actividades del régimen iraní y el Hezbollah libanés en América Latina. Son muy pocos los medios de prensa en idioma español que a través de expertos han publicado análisis serios sobre las actividades de Irán y Hezbollah a nivel regional en América Latina.
La República Islámica ha tenido estrechas relaciones con Venezuela desde hace mucho tiempo. Los vínculos cercanos de Nicolas Maduro con el régimen de Irán ha permitido a los persas extender su presencia militar y financiera en América Latina, principalmente a través del grupo político-terrorista chiita Hezbollah.
Los lazos entre Venezuela e Irán se fortalecieron desde las presidencias de Ahmadinejad y Chávez en el año 2005. Sin embargo, una fuerte red de apoyo a Hezbollah ha existido en Venezuela desde mucho tiempo atrás, el grupo político-terrorista libanes ha tenido células en Venezuela desde principios de los años 90. Al mismo tiempo, la Isla Margarita, en la costa caribeña de Venezuela, sirve desde principios de 2000 como un centro para el tráfico de drogas para Hezbollah y otros grupos terroristas islamistas como Hamas. Actualmente, Margarita está siendo utilizada como base de operaciones por militantes iraníes y por ciudadanos provenientes de Irán de forma directa.
Hay grandes comunidades de la diáspora siria y libanesa en Venezuela, ellas sirven como valiosas fuentes de ingresos y ofrecen apoyo a Hezbollah también en Argentina,Paraguay, Ecuador entre otros. En 2010, el experto en grupos terroristas Antonio Salas, se infiltró en grupos de personas allegadas a Hezbollah en Venezuela y reveló que había nada menos que seis campos de entrenamiento terrorista dirigidos principalmente por oficiales militares venezolanos, estos campos de entrenamientos se reparten entre la capital, Caracas; y en la Isla Margarita”. Venezuela ha sido -y aun lo es- uno de los muchos países latinoamericanos en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA). Según Joel Hirst, el ALBA ha solicitado la ayuda de Irán y Hezbollah para entrenar a sus militares en tácticas de guerra asimétrica. Venezuela se interesó en la guerra asimétrica en 2006, bajo el mandato de Chávez.
El terrorismo es parte de la guerra asimétrica, y la participación de Venezuela “ha permitido a Hezbollah planificar, recaudar fondos, capacitar, coordinar y llevar a cabo llevar operaciones, principalmente de lavado de activos y recopilar información de blancos potenciales”. En 2015, el general John Kelly, entonces comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, dio su testimonio ante el Congreso estadounidenses indicando que el grupo pro-iraní Hezbollah ha visto a América Latina como un lugar donde fácilmente puede atacar objetivos israelíes, empresarios y comerciantes judíos de la región. Kelly afirmó además que naciones como Venezuela y Bolivia restringían la cooperación en materia de defensa con Estados Unidos y en algunos casos han buscado eliminar la presencia militar norteamericana en sus países”.
Esto redujo la presencia de los estadounidenses en Venezuela y brindó una oportunidad para que Irán utilice su poder en el país. En el año 2013, el general James Casper, por entonces director de inteligencia nacional de los EEUU, declaró que “Irán podría estar más dispuesto a aprovechar las oportunidades que le brindaba afincarse en Venezuela y las facilidades de movimiento que le brindaba el régimen para atacar a los Estados Unidos.
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