Sionismo: deformando su significado
El odio judeofobo se ha disfrazado a través de la historia con distintos rostros, basándose en mentiras, porque la mentira es precisamente el alma de la Judeofobia. Desde tiempos del Faraón Ramses (Éxodo-AT), siguiendo con Nabucodonosor (Daniel-AT), Aman en tiempos de la Reina Ester (Ester-AT), Antioco en tiempos del Imperio Griego (Macabeos-AT), sin olvidar las vicisitudes que pasaron los judios con los romanos, La Shoá, se ha desarrollado una larga y trágica historia de libelos, boicots y des legitimación que ha pasado el pueblo judio.
El odio judeofobo parecía por fin desaparecer luego de La Segunda Guerra Mundial, al crearse la ONU (Organización de las Naciones Unidas), cuyo principal objetivo era impedir que un genocidio como La Shoá se repitiera. Pero en 1975, la ONU saca la resolución 3379, que considera el concepto de Sionismo como una forma de racismo, a partir de esa resolución el concepto de Sionismo se convirtió en un concepto rechazado.
Soy antisionista pero no antisemita
Cuando hablamos de antisionismo pareciera ante muchos ser un concepto para sentirse orgullosos. No se puede separar el Antisemitismo del antisionismo. El antisionismo es el nuevo antisemitismo, aquel que niega el derecho que tiene Israel de tener un hogar en su tierra ancestral. Si el antisemitismo es negar el derecho de los judíos (como individuo) a existir, el antisionismo es negar que Israel tenga derecho a existir. El Sionismo jamás podrá ser considerado como una forma de racismo, en cambio el antisionismo es oponerse a la soberanía de un pueblo.
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